Capítulo 1: Showdown en Babylon X

El primer universo ficticio que David va a visitar es el mundo distópico "Babylon X": es un futuro donde la conspiración global fue un éxito y se ha hecho una utopía socialista distópica. Allí encontramos al personaje principal "El soldado enmascarado". Si tuviéramos de un lugar donde la perversión y la degeneración han alcanzado tan altas cotas, estaríamos sin duda refiriéndonos a Babylon X, la quintaesencia de la gran ciudad donde la corrupción ha echado raíces con las tinieblas del paganismo, fruto de un largo proceso de secularización qué fue disfrazado como una estatua de la libertad. Los políticos son corruptos todos. La Iglesia tibia, mediática, mundana y académica. La eutanasia es legal, también el aborto, y son las grandes corporaciones farmacéuticas y tecnológicas las que dominan el mundo. Todo comenzó en los albores del nuevo siglo: se nos dijo que una enfermedad terrible se había propagado por todo el mundo (lo que, por supuesto, era un engaño que funcionó a la perfección). Hubo revueltas y manifestaciones, algunos lo negaron y resistieron, pero todo fue inútil para evitar la consumación del golpe que durante muchos años había sido cuidadosamente planeado para hacerse con el control del mundo y reordenarlo a su gusto según una utopía distópica socialista que suprimía fronteras, banderas y derechos para instaurar un totalitarismo tecnocrático que otorgaba el poder supremo a una máquina con inteligencia artificial. Me obligaron a volver a mi hombre viejo: los tiempos cuando siendo muy joven me dedicaba a estudiar teatro y mi fantasía se convirtió en martirio. Luces, cámara y acción: ahora eres una estrella... eres la mejor. La revolución transgénero ocurrió, así como la legalización de la pornografía y fui coartado para trabajar como actor, mientras yo deseaba con todas mis fuerzas volver a mi antiguo puesto como profesor en el colegio cuya plaza me fue arrebatada para ser sustituido por un "lo" que enseña doctrinas perniciosas. Mientras me encontraba atrapado en este mundo de luces brillantes y cámaras, que nunca paraban de grabar, anhelaba volver a ser útil. La corrupción política en Babylon X había alcanzado cotas vertiginosas. Los políticos, que alguna vez se presentaban como líderes altruistas y defensores del pueblo, se habían convertido en depredadores del sistema. Habían traicionado la confianza de sus electores en aras del poder y la riqueza personal. El engaño comenzó en los albores del nuevo siglo, cuando se difundió la noticia de una enfermedad mortal que se había extendido por todo el mundo. Lo que parecía una crisis sanitaria real fue en realidad un elaborado engaño diseñado para aprovecharse del miedo y la incertidumbre de la población. Este engaño magistral, cuidadosamente orquestado para sumir a la población en una espiral de miedo y desconfianza. Fue una estratagema que trascendió la historia, diseñada para dar inicio a una era oscura en Babylon X. Todo comenzó con la repentina aparición de informes alarmantes. Se difundió la noticia de una enfermedad mortal que, supuestamente, se había extendido por todo el mundo como un incendio forestal incontrolable. Los medios de comunicación, controlados por las mismas fuerzas detrás del engaño, alimentaron la creciente paranoia con imágenes de hospitales abarrotados, supuestas víctimas moribundas y personal médico abrumado. Las autoridades emitieron declaraciones solemnes sobre la gravedad de la situación, insistiendo en que se trataba de una crisis de salud pública de proporciones apocalípticas. El miedo se apoderó de la población, y el miedo, como un veneno invisible, se infiltró en todos los rincones de la sociedad. Los ciudadanos, atrapados en una red de información controlada, se sintieron impotentes. ¿Cómo podrían protegerse de una enfermedad tan catastrófica? La incertidumbre se convirtió en su compañera constante, un eco constante en sus mentes. Muchos comenzaron a aislarse, temiendo el contacto humano y el mundo exterior. Mientras la crisis se intensificaba, los líderes políticos se aprovechaban de la situación. Presentaron medidas de emergencia que, aunque se presentaban como temporales, pronto se convirtieron en un control constante. Los derechos y libertades de los ciudadanos fueron sacrificados en nombre de la seguridad. La narrativa oficial fue respaldada por la comunidad científica, cuyas voces disidentes fueron silenciadas de manera efectiva. La propaganda inundó los medios de comunicación, y la tecnología se convirtió en la herramienta principal para el rastreo y control de la población. Así, Babylon X quedó atrapada en las garras del engaño. Las semillas del miedo y la desconfianza se habían plantado de manera inescrutable, y la sociedad estaba atrapada en una pesadilla orquestada por aquellos con el poder y la voluntad de manipular la verdad a su antojo. El elaborado engaño que llevó al caos de la falsa crisis sanitaria en Babylon X fue una trama maestra que se ejecutó con precisión. Aquí está una descripción detallada de cómo se llevó a cabo: Los extremistas radicales de Oriente Medio, deseosos de sembrar el caos en las instituciones supranacionales más influyentes del mundo, la UNO y la SMO, emprendieron una operación secreta a gran escala. Su objetivo principal era infiltrar y corromper a los principales líderes de estas organizaciones, lo que les permitiría manipular la percepción global y controlar la narrativa. 1. **Infiltración en la UNO**: Comenzaron por infiltrar a un alto funcionario o líder político con influencia en la UNO. Este individuo, que se movía en círculos políticos influyentes, estaba dispuesto a traicionar sus valores y compromisos con el fin de avanzar en la agenda extremista. Se aseguraron de que este infiltrado ganara gradualmente la confianza de otros líderes de la UNO y tuviera acceso a información sensible. 2. **Manipulación de la SMO**: Al mismo tiempo, el grupo extremista tenía como objetivo infiltrar a la SMO, considerando que tenía un papel central en cuestiones de salud global. Para lograrlo, comprometieron al Director General de la SMO, ofreciéndole recompensas financieras sustanciales y amenazando con dañar su reputación si se negaba. Una vez dentro, el Director General comenzó a influir en las decisiones estratégicas y a manipular la gestión de información sensible dentro de la organización. 3. **Control de la información**: A medida que sus infiltrados ganaban terreno en la UNO y la SMO, también infiltraron al Responsable de la Toma de Decisiones Estratégicas en la UNO y al Responsable de la Gestión de Información Sensible en la SMO. Estos individuos desempeñaron un papel crítico en el control de la información y la creación de una narrativa falsa sobre la "crisis sanitaria". 4. **Diseminación de la falsa crisis**: Una vez que controlaron a estas figuras clave, comenzaron a orquestar una serie de eventos falsos que hicieron que la "crisis" pareciera real. Esto incluyó la producción de informes engañosos sobre la propagación de una enfermedad mortal, la imposición de medidas draconianas y la creación de un clima generalizado de miedo y desconfianza. El engaño fue tan elaborado y convincente que engañó a la comunidad global, provocando un caos que permitió a los extremistas radicales de Oriente Medio avanzar en su agenda y consolidar el poder en Babylon X. Los políticos de Babylon X capitalizaron esta crisis ficticia para consolidar su poder. Implementaron medidas draconianas, erosionando las libertades y derechos de los ciudadanos en nombre de la seguridad. Bajo el pretexto de proteger al pueblo, instauraron un estado de vigilancia constante y control total. Las promesas vacías de transparencia y rendición de cuentas se desvanecieron rápidamente. Los líderes políticos se convirtieron en marionetas de las grandes corporaciones farmacéuticas y tecnológicas, cuyos intereses eran los únicos que importaban. La corrupción permeó cada nivel del gobierno, desde los más altos cargos hasta las instituciones de base. La Iglesia, una vez un faro de moralidad y valores, también había caído en la decadencia. La institución religiosa se había vuelto tibia, mundana y más preocupada por la retórica mediática y la aprobación popular que por guiar a sus fieles. La Iglesia, una institución que una vez había sido un faro de esperanza y espiritualidad, también se vio afectada por las sombras que se cernían sobre Babylon X. Para evitar alarmar aún más a los ciudadanos, algunos de los cuales ya estaban presa del pánico, prefirió adoptar un enfoque cauteloso y conformarse con un papel más secundario. Las homilías se volvieron mediáticas y diluidas. El fervor religioso que una vez había sido un pilar de la comunidad se diluyó en un ritualismo superficial. Los líderes religiosos abandonaron sus posiciones de liderazgo moral y optaron por la prudencia. Las voces de resistencia que surgieron dentro de la Iglesia fueron sofocadas por la presión social y política. Así, la Iglesia, una vez un faro de resistencia y esperanza, se convirtió en una sombra de lo que fue, cediendo ante las fuerzas de Babylon X en un intento de no alarmar aún más a los ciudadanos, incluso aquellos que ya estaban atrapados en las fauces de la corrupción y el temor. La corrupción política, junto con el control de las grandes corporaciones, resultó en un sistema socialista distópico. Las fronteras