El avión privado de **Supeinforce** aterrizó silenciosamente en las afueras del recinto de Infame, utilizando una pista oculta que solo el equipo conocía. La situación era crítica, y no había margen para errores. Los terroristas habían fortificado sus posiciones, y cualquier movimiento en falso podría poner en peligro la vida de los rehenes.
El equipo descendió del avión y, en completo silencio, comenzó a avanzar hacia el perímetro del recinto. **Superspanish** lideraba la misión, seguido de **Estrella Fugaz**, **Knightandhero**, **El Bailaor Enmascarado** y **Corina**. Cada uno sabía exactamente lo que debía hacer, pero a medida que se acercaban a su objetivo, las tensiones empezaron a aflorar.
“¿Estamos seguros de que esta es la mejor estrategia?”, preguntó **Corina**, ajustándose el traje. “Podríamos estar yendo directamente a una trampa.”
**Superspanish** la miró con seriedad. “No tenemos opción. Es la única entrada segura que hemos identificado. Si no actuamos ahora, podríamos perder la ventaja del factor sorpresa.”
“Confío en que podemos hacerlo”, intervino **Knightandhero**, desenfundando su espada. “Pero debemos movernos rápido. No podemos permitir que los terroristas descubran nuestras intenciones.”
**El Bailaor Enmascarado**, siempre astuto y calculador, lanzó una mirada a **Estrella Fugaz**. “Tú y yo seremos la distracción”, dijo. “Hagamos lo que mejor sabemos hacer. Deslumbrémoslos.”
Con el plan claro, el equipo se dividió en dos grupos. **Superspanish**, **Corina**, y **Knightandhero** se moverían hacia el centro del recinto para desactivar las defensas de los terroristas. Mientras tanto, **Estrella Fugaz** y **El Bailaor Enmascarado** se encargarían de distraer a los guardias, utilizando su velocidad y habilidades para mantenerlos ocupados.
El equipo avanzó bajo la cobertura de la noche, acercándose cada vez más a los puntos estratégicos del recinto. Pero a medida que lo hacían, la tensión entre ellos seguía aumentando. Cada miembro de **Supeinforce** sabía que estaban a punto de enfrentarse a uno de los mayores desafíos de sus vidas, y no todos estaban seguros de que el equipo pudiera salir ileso.
“Recuerden”, dijo **Superspanish** en voz baja, “el éxito de esta misión depende de nuestra coordinación. No podemos permitirnos errores.”
Las palabras de su líder resonaron en sus mentes mientras se preparaban para infiltrarse en el corazón de Infame, sabiendo que cada paso en falso podría significar el fracaso total de la misión.
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