Los prisioneros, tres soldados norteamericanos, apenas podían mantenerse en pie cuando el equipo **Secret Force** forzó la puerta de las celdas. **Louise** se movió rápidamente, ayudando al primero de los soldados a levantarse mientras **Wilson** y **Shaw** aseguraban el área. Sabían que el reloj corría en su contra.
—No tenemos mucho tiempo antes de que se den cuenta de que estamos aquí —dijo **Louise**, observando a los prisioneros debilitados—. ¿Pueden caminar?
Uno de los soldados, el que parecía estar en mejores condiciones, asintió con la cabeza.
—Podemos caminar, pero no rápido —respondió, mientras se apoyaba en **Louise** para estabilizarse.
**Wilson** lanzó una mirada preocupada hacia la entrada de la zona de detención.
—Tenemos que sacarlos ahora, jefe. El tiempo se agota —dijo, con tono urgente.
**Louise** asintió y se giró hacia **Amit**, quien estaba monitoreando desde la base remota.
—**Amit**, ¿cómo está la situación afuera? Necesitamos una ruta de escape —dijo **Louise** por el comunicador.
Hubo una breve pausa antes de que la voz de **Amit** llegara a sus oídos.
—El complejo está en alerta parcial. Aún no saben que los prisioneros han sido liberados, pero eso no durará mucho. Las cámaras aún están bajo mi control, pero los guardias están patrullando cerca de la salida principal. No será fácil salir sin que nos vean —informó **Amit**, con un tono serio.
**Louise** frunció el ceño, evaluando sus opciones rápidamente. Necesitaban salir de allí lo antes posible, pero no podían permitirse un enfrentamiento directo con todo el personal de seguridad del búnker.
—Nos dividimos. **Shaw**, tú llevas a los prisioneros por la salida de emergencia del túnel de servicio. **Wilson** y yo cubriremos la retirada —ordenó **Louise**.
**Shaw** asintió, acercándose a los prisioneros y ayudándolos a moverse. Sabía que la situación era crítica, pero había algo en la calma de **Louise** que inspiraba confianza incluso en los momentos más tensos.
Mientras **Shaw** y los prisioneros se dirigían al túnel, **Louise** y **Wilson** tomaron posiciones para cubrir la retirada. Sabían que los guardias aparecerían en cualquier momento, y debían estar listos para enfrentarlos.
—Aquí vienen —murmuró **Wilson**, al ver las sombras moverse en el corredor a través de las luces parpadeantes.
Los primeros guardias entraron en la zona de detención, con las armas listas, pero no estaban preparados para lo que les esperaba. **Louise** y **Wilson** actuaron en perfecta sincronía, disparando con precisión quirúrgica. Los guardias cayeron antes de que pudieran dar la alarma.
—No tenemos mucho tiempo. Nos están pisando los talones —dijo **Wilson**, mientras recargaba su arma.
**Louise** asintió, sabiendo que la situación era crítica.
—Salgamos de aquí. **Amit**, mantén la ruta de escape despejada tanto como puedas —ordenó, mientras él y **Wilson** retrocedían lentamente por el corredor, cubriendo cada esquina.
Mientras el equipo se movía hacia el túnel de servicio, las alarmas comenzaron a sonar en todo el complejo. **Amit** había hecho todo lo posible por mantener las cámaras bajo control, pero los sistemas de seguridad del búnker finalmente detectaron la intrusión. Ahora, todo el personal del búnker estaba en alerta máxima.
—¡Rápido, están justo detrás de nosotros! —gritó **Shaw**, mientras ayudaba a los prisioneros a moverse más rápido por el túnel.
**Louise** y **Wilson** se giraron, listos para enfrentarse a los guardias que ahora avanzaban hacia ellos a través del corredor.
Los disparos resonaban en el estrecho espacio, rebotando en las paredes de hormigón. **Louise** disparaba con precisión, eliminando a los guardias uno por uno, pero el número de enemigos seguía aumentando.
—No vamos a poder mantener esta posición mucho más tiempo —dijo **Wilson**, con el sudor cayendo por su frente mientras disparaba.
**Louise** lo sabía. El túnel era largo, y aunque habían ganado tiempo, no podían sostenerse indefinidamente.
—¡A la salida, ya! —ordenó **Louise**, retrocediendo hacia la puerta del túnel mientras seguía disparando.
Cuando finalmente llegaron a la entrada del túnel de servicio, **Amit** les dio la peor noticia.
—¡Los rusos han cerrado todas las rutas! Van a desplegar refuerzos en menos de cinco minutos. Si no salen de ahí ahora, los atraparán.
**Louise** sabía que no tenían más tiempo. Hizo una señal rápida a **Shaw**, quien ya había ayudado a los prisioneros a cruzar el túnel.
—¡Vamos, todos al túnel! —gritó, mientras cubría la retirada.
El equipo corrió hacia la salida de emergencia del túnel, disparando hacia atrás mientras los guardias rusos seguían acercándose. El sonido de las balas y los gritos llenaba el aire, pero el equipo **Secret Force** no cedió.
Finalmente, lograron llegar al exterior, donde los vehículos de extracción los esperaban. El sonido de los helicópteros rusos en la distancia significaba que el tiempo estaba a punto de agotarse.
—¡Suban, rápido! —gritó **Louise**, mientras los prisioneros y el equipo subían al vehículo.
El motor rugió cuando aceleraron por el camino, alejándose del búnker y de los guardias rusos que aún disparaban desde la distancia. Mientras el vehículo se alejaba, **Louise** miró hacia atrás. Sabía que esta no sería la última vez que tendrían que enfrentarse a algo así, pero al menos, por ahora, habían logrado su objetivo.
El equipo **Secret Force** se había enfrentado a lo imposible, y habían salido victoriosos. Pero el verdadero desafío aún estaba por venir.
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