Secret Force

Capítulo 5: "Atrapados en territorio enemigo"

El vehículo avanzaba a toda velocidad a través de los caminos estrechos y fangosos de la frontera. **Louise**, sentado en la cabina del conductor, miraba el camino frente a él mientras el equipo **Secret Force** y los prisioneros se aferraban a los asientos. Los helicópteros rusos ya no estaban lejos, y el sonido de sus rotores era un recordatorio constante de que la persecución no había terminado.

—Van a alcanzarnos si seguimos así —dijo **Wilson**, asomándose por la ventana trasera y observando los helicópteros que se acercaban rápidamente—. Necesitamos un plan, y lo necesitamos ahora.

**Shaw**, siempre el optimista, sonrió levemente mientras ajustaba su rifle.

—Siempre podemos bajarnos y darles una bienvenida explosiva —bromeó, aunque sabía que la situación era mucho más grave.

**Louise** frunció el ceño, con la mirada fija en la carretera. Sabía que las probabilidades estaban en su contra, pero no podían rendirse. Su objetivo era llevar a los prisioneros a un lugar seguro, y lo harían a cualquier costo.

—Amit, necesitamos una ruta de escape —ordenó **Louise** por el comunicador, mientras el vehículo tomaba una curva cerrada.

**Amit**, desde la base de operaciones remota, revisaba frenéticamente los mapas en su pantalla.

—Hay una pequeña carretera lateral que debería llevarlos a un bosque denso. Los helicópteros no podrán seguirlos tan fácilmente allí. Pero si los rusos movilizan tropas por tierra, estarán atrapados —informó **Amit**, con tono grave.

**Louise** asintió, tomando la decisión rápidamente.

—No tenemos elección. Vamos al bosque. No podremos superar a esos helicópteros en terreno abierto.

El vehículo viró bruscamente a la derecha, adentrándose en una carretera de tierra que se perdía entre los árboles. Las ramas y el barro golpeaban los costados del vehículo, mientras **Louise** mantenía firme el volante, intentando no perder el control en el terreno accidentado.

Los helicópteros seguían sobrevolando el área, pero el denso follaje dificultaba que mantuvieran la vista sobre el vehículo. El equipo **Secret Force** sabía que esto les había dado una pequeña ventaja, pero era temporal. Necesitaban encontrar un lugar donde esconderse o preparar una emboscada.

—¿Qué opinas, jefe? —preguntó **Wilson**, con su rifle preparado en caso de un encuentro cercano—. ¿Nos paramos y los esperamos?

**Louise** negó con la cabeza mientras seguía conduciendo.

—No si podemos evitarlo. Los prisioneros no están en condiciones de resistir un enfrentamiento directo. Vamos a buscar un lugar donde podamos esconder el vehículo y planear nuestro próximo movimiento.

**Shaw** señaló un claro entre los árboles, donde una serie de rocas grandes creaban una especie de refugio natural.

—Allí —dijo—. Podemos ocultar el vehículo detrás de esas rocas y posicionarnos. Si los helicópteros nos pierden de vista por completo, podríamos tener tiempo para planear una salida.

**Louise** dirigió el vehículo hacia el claro, deteniéndolo suavemente detrás de las rocas. El equipo salió rápidamente, ayudando a los prisioneros a bajar y ponerse a cubierto.

—Amit, necesitamos saber qué está haciendo el enemigo —dijo **Louise** mientras vigilaba los cielos en busca de los helicópteros—. ¿Algún movimiento en tierra?

Hubo una breve pausa antes de que **Amit** respondiera.

—Los helicópteros están buscando su posición, pero aún no los han localizado. Sin embargo, detecto movimiento de tropas rusas en vehículos todoterreno. Van hacia su dirección, probablemente guiados por las últimas coordenadas de los helicópteros.

**Louise** miró a **Wilson** y **Shaw**, sus expresiones serias. Sabían lo que eso significaba: la ventana de tiempo que tenían era mínima, y la única manera de salir de allí era enfrentar al enemigo de frente.

—Vamos a preparar una emboscada aquí. **Shaw**, coloca explosivos cerca del camino por donde vendrán los vehículos. **Wilson**, tú y yo nos posicionaremos para cubrir el perímetro. No podemos permitir que nos rodeen —ordenó **Louise** con firmeza.

**Shaw** asintió rápidamente, sacando su equipo de explosivos y moviéndose con agilidad hacia el camino de tierra. Mientras tanto, **Louise** y **Wilson** se dirigieron hacia posiciones elevadas entre las rocas, desde donde tendrían una vista clara del área y podrían ver a las tropas enemigas aproximándose.

El sonido de los helicópteros se desvanecía lentamente, lo que indicaba que los pilotos aún no habían localizado su posición exacta. Pero eso no significaba que estuvieran a salvo. Los vehículos rusos se acercaban rápidamente, y el equipo sabía que no tenían más opción que enfrentarlos.

—Aquí vienen —susurró **Wilson**, observando a través de la mira de su rifle—. Tres vehículos. No parecen haber detectado nuestra posición aún.

**Louise** hizo una señal a **Shaw**, quien estaba listo con el detonador de los explosivos.

—Esperemos a que estén en la zona de explosión —murmuró **Louise**, manteniendo la calma a pesar de la tensión creciente.

Los segundos pasaron lentamente mientras los vehículos rusos avanzaban por el camino de tierra, acercándose más y más al área donde **Shaw** había colocado los explosivos. Finalmente, cuando los tres vehículos estuvieron en la posición perfecta, **Louise** dio la señal.

—¡Ahora!

El sonido de la explosión fue ensordecedor. El primer vehículo fue lanzado por los aires, volcando sobre sí mismo antes de estrellarse contra el suelo. Los otros dos vehículos se detuvieron de golpe, mientras los soldados rusos saltaban para cubrirse del ataque inesperado.

**Wilson** y **Louise** abrieron fuego desde sus posiciones, eliminando a los soldados enemigos que intentaban organizar una defensa. **Shaw**, desde su posición más cercana, disparaba con precisión letal, eliminando cualquier amenaza antes de que pudiera acercarse.

El enfrentamiento fue rápido, pero intenso. Los soldados rusos, sorprendidos por la emboscada, no tuvieron tiempo de reagruparse antes de ser abatidos por el equipo **Secret Force**.

—Área despejada —informó **Shaw**, bajando su rifle mientras observaba los restos de los vehículos destruidos.

**Louise** bajó de su posición elevada, acercándose a los cuerpos de los soldados enemigos. Sabía que esta era solo una pequeña victoria, y que más refuerzos estarían en camino pronto.

—Tenemos que movernos ahora —dijo **Louise**—. Los refuerzos no tardarán en llegar, y no podemos enfrentarnos a más oleadas.

El equipo rápidamente regresó al vehículo, ayudando a los prisioneros a subir nuevamente. Mientras se alejaban del área, **Louise** sabía que, aunque habían ganado esta batalla, la guerra estaba lejos de terminar.


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