El humo llenaba el aire y el sonido de las explosiones aún resonaba en los oídos del equipo **Secret Force**. **Louise** se incorporó rápidamente, evaluando la situación. El enemigo estaba demasiado cerca, y sabían que no habría manera de evitar el enfrentamiento directo.
—¡Nos han encontrado! —gritó **Wilson**, ajustando su rifle mientras se posicionaba cerca de la ventana de la cabaña, listo para disparar.
**Shaw** se movió rápidamente por el pequeño espacio, asegurándose de que los prisioneros estuvieran protegidos.
—¡Manténganse bajos y no hagan ruido! —ordenó **Shaw**, mientras el equipo preparaba su defensa.
Los disparos comenzaron a resonar en el aire antes de que pudieran establecer una estrategia completa. El enemigo había llegado, y las balas impactaban en las paredes de la cabaña, haciendo que los fragmentos de madera y vidrio cayeran sobre el equipo.
**Louise** se giró hacia **Wilson**, quien ya estaba disparando desde una de las ventanas.
—No podemos quedarnos aquí mucho tiempo —dijo **Louise**—. Si no encontramos una manera de salir, nos rodearán.
**Amit** estaba intentando comunicarse desde su posición remota.
—Están moviendo más tropas hacia tu posición. Si no te mueves ahora, te atraparán en un cerco. Hay una ruta que podrías tomar hacia el norte, pero tendrías que abrirte camino —dijo **Amit**, con la voz tensa.
**Louise** sabía que lo que Amit sugería no era una opción sencilla. Salir de allí bajo fuego era extremadamente arriesgado, pero quedarse era una sentencia de muerte.
—Escuchen, vamos a crear una distracción. **Shaw**, coloca explosivos en el lado este de la cabaña. Los detonaremos para desorientarlos, y luego nos movemos hacia el norte, siguiendo la ruta que **Amit** sugirió. **Wilson**, cubre nuestra salida —ordenó **Louise**, mientras ajustaba su equipo.
**Shaw** asintió rápidamente y comenzó a colocar los explosivos en las paredes de la cabaña. Mientras tanto, **Wilson** seguía disparando desde su posición, eliminando a los soldados enemigos que se acercaban.
—No tenemos mucho tiempo, jefe. Están cada vez más cerca —informó **Wilson**, mientras recargaba su arma.
**Louise** se acercó a los prisioneros, quienes estaban agachados en una esquina, sus rostros llenos de miedo y agotamiento.
—Vamos a sacarlos de aquí —les dijo **Louise**, con una voz calmada pero firme—. Pero tienen que moverse rápido cuando dé la señal. No se detengan por nada.
Los prisioneros asintieron, conscientes de que su única esperanza de sobrevivir era seguir las órdenes del equipo **Secret Force**.
**Shaw** terminó de colocar los explosivos y regresó a la posición de **Louise**.
—Listo. Cuando quieras —dijo **Shaw**, sosteniendo el detonador.
**Louise** miró a su equipo, cada uno en su posición, listos para actuar.
—¡Ahora! —gritó **Louise**, y en ese momento, **Shaw** activó los explosivos.
La explosión fue ensordecedora. Los muros de la cabaña volaron en pedazos, y el enemigo, tomado por sorpresa, se desorganizó momentáneamente. El equipo **Secret Force** aprovechó el caos para moverse rápidamente hacia el norte.
**Wilson** disparaba mientras retrocedía, cubriendo la retirada del equipo y asegurándose de que los prisioneros pudieran moverse sin ser alcanzados por el fuego enemigo. **Louise** y **Shaw** lideraban el avance, moviéndose entre los árboles y buscando cualquier cobertura disponible.
Los disparos seguían resonando detrás de ellos, pero el equipo estaba bien entrenado y sabía cómo aprovechar cada segundo. **Louise** podía sentir la adrenalina recorriendo su cuerpo, pero no podía permitirse el lujo de bajar la guardia ni por un momento.
Después de varios minutos de intensa carrera, finalmente lograron poner suficiente distancia entre ellos y el enemigo. **Louise** detuvo al equipo en un claro entre los árboles, respirando con dificultad mientras evaluaba su situación.
—¿Todos bien? —preguntó **Louise**, mientras observaba a su equipo y a los prisioneros.
**Wilson** asintió, aunque estaba visiblemente cansado.
—Nos hemos alejado lo suficiente, pero no va a durar. Nos seguirán hasta el fin del mundo si es necesario —dijo **Wilson**, limpiando el sudor de su frente.
**Shaw** revisaba rápidamente su equipo, asegurándose de que todo estuviera en orden.
—Tenemos que seguir moviéndonos. La distracción funcionó, pero si no llegamos al punto de extracción, no saldremos vivos de esta —dijo **Shaw**, con un tono serio.
**Louise** sabía que **Shaw** tenía razón. Habían ganado algo de tiempo, pero no era suficiente. El enemigo estaba decidido a capturarlos, y solo había una forma de salir de esa situación: llegar al punto de extracción antes de que los rusos pudieran reorganizarse.
—Sigamos avanzando. **Amit**, danos una actualización de la ruta al punto de extracción —ordenó **Louise** por el comunicador.
**Amit** respondió rápidamente.
—La ruta sigue despejada por ahora, pero tienen menos de veinte minutos antes de que el enemigo se reagrupe. Si pueden mantenerse en movimiento, deberían llegar a tiempo.
**Louise** asintió, decidido a no perder más tiempo.
—Sigamos, no podemos permitirnos ningún retraso —dijo, liderando nuevamente el avance.
El equipo **Secret Force** siguió avanzando, sus cuerpos cansados pero determinados. Cada paso los acercaba más al punto de extracción, pero también sabían que el enemigo no se rendiría fácilmente.
La batalla en la colina había sido solo el comienzo, y **Louise** sabía que el verdadero desafío estaba por llegar.
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